Qué mejor que en una tarde de sábado disfrutar junto a tu pololito.
Mi chanchito siempre me reclama porque no le digo que lo quiero. Eso debería tenerlo más que claro, creo yo. Pero bueno. Me decidí a darle el gusto (aunque sea por una vez :P)


¡XO TE AMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

La tienda tiene unas liquidaciones espectaculares y está el vestido que siempre he soñado. Era onda medieval y costaba sólo cuatro lucas.

Lamentablemente tuve la mala idea de decirlo en voz alta y fue tanta la gente que llegó para quitarme los trajes, que quedé pilucha. ¡¡¡jajajja!!!

Lejos de darme pudor, me puse a reclamar que era insólito que se llevaran mi ropa si la tenía puesta, pero de a poco fui encontrando mis cosas. Lo primero que hallé fue mi calzón amarillo con vuelos blancos (:P) y luego me puse una polera café.

Entonces llegó la Mimi, quien andaba buscando trabajo. Le dije que hablara con Mauricio Hofmann pues él podía darle pega.