19 abril 2006

Enfado y calumnia

No veo quiénes son, pero sé que están hablando mal de mí. Nuevamente pasa lo mismo.

Estoy un poco confundida. Están diciendo que tengo hijos de padres conocidos, pero eso no es cierto. Nunca he tenido un bebé y no hay deseo más lejano que ése.

Luego llega mi amigo Lobo, quien me reclama que abracé al difamador. Sin embargo, le explico que no quiero guardar rencor y, por lo tanto, estaba perdonando.

Entonces, Lobo me enseña un bolso de donde saca una muñeca artesanal hecha de pantyes y lana, a la cual le falta un ojo. Además hay un chaleco blanco de bebé, pero está un poco sucio; y también me muestra un bolso descolorido. Se supone que todos esos regalos son del hombre que tanto me calumnió.