25 mayo 2006

Una muerte estúpida

Camino del Metro a mi casa, encuentro a mi pololo botado en una esquina. Está muerto de curado y yo, molesta, lo recojo y lo llevo hasta mi depto. Allí le sirvo un café y espero a que se le pase la borrachera.

Una vez repuesto, lo increpo, pero él no me responde.

Voy hacia mi habitación y está llena de agua limpia, prístina. Mi hermana me mira y está contenta. Nado y mi pieza se hace mucho más grande de lo que es comúnmente.

En otra parte del sueño, ella -mi hermana- me pide que le regale un pececito. Se lo compro. Es rojo con blanco, chiquito y redondo. Lo pongo en un acuario y lo llevo hasta la pieza de mi mamá. Entonces lo dejo sobre la tele para que cuando llegue, se encuentre con esa sorpresa.

Sin embargo, alguien saca la pescera y mete al pez en una jaula. Cuando me doy cuenta, el pobre está saltando. Intento devolverlo a su hábitat, pero ya es tarde: el pez murió.

Enojada reclamo quién fue el tonto que dejó al pescado fuera del agua. Nadie responde.

24 mayo 2006

Cuadrúpedos amenazantes

Tengo dos guaguas de apenas un par de meses de vida. Ambas son peludas y hablan, pero no sé su sexo. Son mis hijos y los cuido como tales.

Pasan un montón de cosas que no recuerdo y me veo enfrentada a una vaca y un caballo que me miran amenazantes. Me arranco en dos oportunidades, pero a la tercera no puedo. Los animales me miran con cara de "aquí te tenemos"...