07 noviembre 2005

El segundo hogar

Mi madre nos tenía una sorpresa. Después de mucho tiempo intentar independizarnos de mis abuelos, mi madre lo consiguió. Pero no está papá.

Caminamos hasta el pasaje G1 (Galería uno) donde nos indicó una casa, en apariencia descuidada y modesta. Al entrar, mi mamá nos dice: "esta es nuestra nueva casa, ¿les gusta?". Pregunto qué pasará con mis abuelos, pero no hay respuesta.

Lo único claro es que mi mamá arrendó esta casa, que está ubicada frente al que fue nuestro primer hogar, y que -por motivos de fuerza mayor- tuvimos que dejar.

Comenzamos a recorrer el lugar. Tiene segundo piso, pero nunca me resulta atrayente visitar. En cambio me doy cuenta de que es una casa muy grande, con muchas habitaciones.

Entro a una pieza que tiene tres camas y pienso que podré invitar a mis amigar a quedarse. Las paredes están mal pintadas, mitad verde, mitad azul.

Mi hermana está fascinada porque la casa es grande. Mi mamá se siente realizada.

Lo único que me complica es mirar ese primer hogar y pensar que, tal vez, aún vive allí gente que no quiero volver a ver.

Sin embargo, todo está muy cambiado... mi madre dice "ya no están los viejos curados que habían antes" y las casas son muy lindas.