10 febrero 2011

Tanta pena...

Estoy a los pies de algo que parece una gran iglesia, una catedral. En una de las murallas exteriores hay una fotografía... es mi bisabuela, mi Yayita (quien murió hace varios años), y de la cual recién me entero que falleció. Tengo una pena gigantesca, enorme. Siento tanta angustia que lloro sin parar. Hablo con mi mamá y me cuenta que mi Yaya murió hace 5 días, pero nadie me avisó. Tenga tanta pena porque no estuve con ella, no me despedí y le fallé... una vez más. Me dice que murió en la única mañana que estuvo sola por algunas horas, que la encontraron acostada justo a su madre, quien falleció primero y ella se recostó entre sus brazos, boca abajo, y se durmió para siempre. Siento tanta tristeza que sigo llorando sin consuelo. De repente estoy en la pieza donde antes dormía con mi hermana y mi mamá. Mi hermana está durmiendo, pero yo necesito estar cerca de mi madre y le pido que me deje un espacio para acostarme. Abrazo a mi mamá y le digo que cuando muera me gustaría que fuera como mi Yaya, que quiero morir cuando ella también se vaya y que estemos para siempre abrazadas. Mi madre me besa la frente y me pasa un regalo: son flores que me envía Augusto. Las miro y digo: "me regaló las flores que a él le gustaron, yo le pedí rosas".

Reactivando este blog

¡Hola! Han pasado varios años ya... casi 4 para ser un poco más exacta. Dejé de postear porque mis sueños se estaban volviendo un poco complicados, develando que no estaba llevando la vida que quería y bueno... me autocensuré. Fue un proceso complicado, de maduración, de enfocarme en lo que quería y ahora, que estoy resuelta, vuelvo para dejar registro de mi vida onírica. Mi primer objetivo es no olvidar y luego, compartir con ustedes algo tan profundo como mis sueños. ¡Espero que este blog les interese y desde ya los invito a comentar!