05 mayo 2005

Recuerdo sólo un extracto...

Íbamos, mi familia y yo, en un auto rojo y pequeño. Arráncábamos de algo que nos seguía. En una de las curvas mi papá no frenó y el auto casi se estrella contra una pared. Sin embargo, sólo nos asustamos y nada nos pasó. Unos tipos nos venían siguiendo. Todos eran hombres y querían algo que nosotros teníamos.

Luego de eso, caminé sola y llegué a un lugar donde habían diferentes muebles, todos artesanales. Predominaban las sillas y las mesas.

De pronto aparecía mi pololo. Estaba más delgado y más alto, y me abrazaba. Hacíamos el amor.