17 febrero 2006

Premiada



Estoy en medio de unas casas muy lindas, pero hay algo que me inquieta. Hasta ahora no sé qué es... entonces, escucho a un montón de gente que me sigue y veo como otro grupo se pone frente a mí para no dejarme subir una empinada montaña.

El primer intento que hago es inútil, al igual que el segundo, pero a la tercera vez -y en compañía de un hombre que se parece al Chino Ríos- logro llegar a la cima. Era mucho más fácil de lo que pensaba.

Una vez arriba, nos abrazamos y felicitamos por la meta alcanzada. Le comento que estoy cansada y que necesito relajarme. Él va hacia una orilla y abre la tierra de donde emergen unas especies de volcanes con aguas termales. Las cabidades son pequeñas en lo ancho, pero muy profundas.

En el cráter contínuo vea a una niña que se entretiene bajando hasta lo más hondo y luego subiendo con rapidez, pero su parte no tiene el agua repleta como la mia. Yo opto por relajarme y no mojarme la cabeza... sólo desde el cuello hacia abajo. Creí que el agua sería más caliente, pero tiene una temperatura muy agradable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece relajante.
Pero la ke has liado para darte un baño de aguas termales.
Este sueño me gusta mucho.
Y la foto se ve muy linda, asi es komo dicen ustedes no?

Muxos smuaks, axuxones y feliz no kumpleaños.

Elisa Segura Henríquez dijo...

Sí, así le decimos...
Una vez fui a las termas de Puyehue, en el sur de Chile, y son realmente de lujo. Y ufff!, relajantes a más no poder.